Definición
Alteración y/o pérdida de las funciones principales del hígado (limpieza y regeneración de la sangre, intervención en procesos de coagulación sanguínea o de digestión de grasas, control de infecciones, entre otras) debidas a una lesión crónica e irreparable de las células hepáticas que son sustituidas por tejido fibroso y cicatricial.