La ambliopía, más conocida como ojo vago, consiste en la disminución de la agudeza visual de un ojo sin que exista ninguna lesión que la justifique.
LO QUE DEBES SABER
- La ambliopía es una enfermedad frecuente que afecta a un 4% de la población, sobre todo a niños pequeños.
- Ver borroso o doble, presentar dificultades de concentración o sufrir cefalea al intentar concentrarse en una tarea son síntomas de la ambliopía.
- El tratamiento consiste en estimular la corteza del ojo débil ocluyendo el sano, de modo que la corteza cerebral del ojo vago sea la única que reciba estímulos y se desarrolle correctamente.
¿Qué es?
Cada ojo capta una imagen que se refleja en la retina y cuya información se transmite a través del nervio óptico hasta la corteza cerebral encargada de la visión, que se encuentra a nivel occipital. La información obtenida de cada ojo se superpone para crear una sola imagen.
Si, por algún motivo, existe mucha diferencia en la agudeza visual de las imágenes captadas por un ojo y las de otro, el cerebro selecciona la imagen más nítida y que aporta más información. De este modo, el cerebro tiende a potenciar la información que recibe del ojo dominante y desecha la imagen del ojo más débil. Si esto se perpetúa, la parte del cerebro que recibe la información visual del ojo débil deja de funcionar paulatinamente, manteniendo el defecto de visión y haciéndolo irreversible. Cuando se da esta situación se dice que el paciente padece ambliopía.
¿Cómo se produce?
En los primeros años de vida, la corteza cerebral se desarrolla y se especializa gracias a los estímulos que recibe. La corteza visual se encuentra en la parte posterior del cerebro. Si las parte que recibe la información visual de uno de los ojos no se estimulan correctamente, su desarrollo es insuficiente. Si el defecto no se corrige cuanto antes, pasado un tiempo el cerebro pierde su capacidad de adaptación y la persona es incapaz de reconocer las imágenes transmitidas por ese ojo, a pesar de que anatómicamente el ojo sea normal y las vías nerviosas estén intactas. El cerebro no reconocerá las imágenes por desuso de la corteza cerebral visual.
Las principales causas de la ambliopía son:
- Estrabismo: un ojo fija mejor que el otro por lo que el cerebro obtiene dos imágenes diferentes que no puede superponer y selecciona la más nítida, potenciando la información del ojo dominante y anulando la información que recibe del más estrábico.
- Privación visual: causada por una catarata congénita, una opacidad de la córnea, una caída (ptosis) del párpado que dificulta la visión de un ojo, o una malformación que impide una visión monocular adecuada. El cerebro actúa del mismo modo: selecciona la información que obtiene del ojo sano y rechaza la distorsionada recibida por el ojo enfermo.
- Anisometropía: es la diferencia en la capacidad de refracción entre ambos ojos. Cuando un paciente es miope o hipermétrope y la diferencia de dioptrías es muy elevada entre ambos ojos, el cerebro selecciona la imagen obtenida por el ojo menos miope o hipermétrope y desestima la información recibida por el otro ojo.
Síntomas
La ambliopía es una enfermedad frecuente que afecta a un 4% de la población aproximadamente. Es un proceso que afecta a niños pequeños, con lo que puede ser difícil su detección. El niño se queja de no ver bien, ver borroso o doble, presenta dificultades para concentrarse o sufre cefalea cuando intenta concentrarse en una tarea (estudiar, leer, ver la televisión…).
Es frecuente que niños miopes o hipermétropes a los que se les ponen gafas correctoras se quejen de que, a pesar de todo, su capacidad visual no mejora, especialmente en un ojo.
Diagnóstico
El diagnóstico precoz es esencial y precisa de la colaboración de padres y profesores. Ante una dificultad visual es esencial llevar al niño al oftalmólogo para evaluar la agudeza visual, así como explorar el fondo de ojo.
El estrabismo se puede apreciar a simple vista, pero los defectos visuales tipo miopía o astigmatismo son de más difícil detección.
Tratamiento
El tratamiento consta de tres ejes:
- Detectar la causa.
- Corregir el defecto.
- Potenciar la recuperación de la capacidad de estimulación de la corteza visual del ojo afectado por la ambliopía.
En el caso de los defectos congénitos como las cataratas o la opacidad corneal se deberá intervenir cuanto antes al paciente para minimizar el efecto de la ambliopía. El estrabismo se podrá intentar corregir mediante intervención quirúrgica si es necesario. En el caso de los defectos de refracción se utilizarán gafas para corregir la miopía o hipermetropía.
Por último, conviene estimular la corteza del ojo débil y para eso se ocluye el ojo sano. De esta forma, el ojo vago tiene que “esforzarse” en trabajar y la corteza cerebral de dicho ojo será la única que recibe estímulos y, por lo tanto, que se desarrolla correctamente. Se ha visto que los mejores resultados se obtienen ocluyendo el ojo sano el 70-100% del día. La oclusión tiene que estar controlada por un oftalmólogo.
Medidas preventivas
Las medidas preventivas de la ambliopía se basan en su detección precoz y en la corrección del defecto causante y en la pronta estimulación de la zona afecta. Los resultados en niños menores de diez años son bastante buenos, pero pasada esa edad es difícil la recuperación de la capacidad visual, pues la corteza cerebral visual ha perdido ya su capacidad de reconocimiento. En caso de sospechar riesgo de ambliopía en niños, especialmente en niños con estrabismos importantes o anisometropía marcada, es esencial ponerse cuanto antes en manos de un oftalmólogo para empezar a tratar la causa y aplicar la terapia correctora de la ambliopía.
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