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Daltonismo


La retina del ojo humano tiene dos tipos de receptores, los bastones y los conos, siendo estos últimos los encargados decaptar los colores. Existen tres tipos de conos, cada uno para uno de los tres colores primarios que forman la luz: el rojo, el verde y el azul, a sus respectivas longitudes de onda de 575 nm, 535 nm y 430 nm. La estimulación de estos receptores en mayor o menor medida permitirá que el ojo humano capte todos los colores del espectro visible. Si alguno de estos tipos de conos no funciona o falta, la persona no percibirá el color correspondiente, hecho que se denomina ceguera al color odaltonismo.



¿Cómo se produce?
El daltonismo lo padecen un 8% de hombres y entre un 0,5% y un 1% de las mujeres. Se trata de un trastorno genético. Los genes que codifican los pigmentos de los conos rojos y verdes están en el cromosoma X, mientras que los que codifican los conos azules están en el cromosoma 7.
El daltonismo para los colores rojo (protanopia) y verde (deuteranopia) es el más frecuente y lo padecen en mayor proporción los hombres por ser una enfermedad ligada al sexo. Si existe una mutación de estos genes en un cromosoma X, como la mujer dispone de un segundo cromosoma X, no padecerá la enfermedad, aunque será portadora de la misma. Para que una mujer padezca la enfermedad debería tener ambos cromosomas X mutados, de ahí que la prevalencia del daltonismo para el rojo o el verde sea muy baja en mujeres. En cambio, el hombre con un cromosoma X alterado para estos genes padecerá daltonismo, dado que sólo dispone de un gen X.
En el caso del daltonismo para el color azul (tritanopia), como va ligado al cromosoma 7, lo padecerán en igual proporción hombres y mujeres, pero de todos modos la incidencia de esta discromatopsia o alteración de la visión del color es mucho menor.
Síntomas
En el caso del daltonismo para el color rojo o el color verde, al faltar uno de estos tipos de cono, el paciente no reconocerá uno u otro color. Los estímulos visuales correspondientes a los conos ausentes los captarán los otros conos, de manera que el paciente verá ambos colores como uno solo.
Si el paciente padece una ceguera para el azul, éste será incapaz de reconocer el color azul y lo confundirá con el amarillo.
Puede suceder también que el paciente disponga de las tres clases de conos pero algún tipo de ellos (por norma general el rojo o el verde) sea anómalo, de manera que el espectro de colores que el paciente pueda reconocer sea más reducido, pudiendo ver como iguales dos tonalidades que, siendo parecidas, una persona sin dicha afectación reconocería claramente como dos tonos diferentes. Cuando esto sucede se habla de tricromatismos anómalos o debilidad para el color.
Mucho más infrecuentes son otras alteraciones más extremas como el monocromatismo, en el que dos tipos distintos de conos están dañados, de manera que el paciente ve todos los colores como tonalidades de un mismo color, aquél para el cual posee conos, o el acromatismo, en el que la ausencia de los tres tipos de conos hace que el paciente no distinga los colores.
Diagnóstico
El diagnóstico se basará en la sospecha de familiares o amigos del paciente, que percibirán dicha anomalía, dado que para el paciente en su realidad siempre ha faltado uno u varios colores.
El método más habitual para el diagnóstico son las llamadas cartas de Ishihara, una serie de 38 láminas en las cuales hay unos números formados por puntos de colores sobre un fondo de puntos de otros colores primarios que la persona daltónica puede confundir. Mientras que la persona no daltónica distinguirá sin problema los números, el paciente daltónico no verá alguno de ellos en función de su patología.
El anomaloscopio es un aparato que mediante una serie de prismas descompone la luz blanca y con él el paciente debe comparar diversos colores y su tonalidad, luminiscencia y saturación. Este dispositivo es muy preciso para diagnosticar los diferentes tipos de daltonismo, dado que utiliza colores espectrales (de la luz) y no pigmentos, pero su precio es muy elevado, con lo cual rara vez se utiliza en el diagnóstico.
Tratamiento y prevención
No hay tratamiento para el daltonismo. Existen una serie de gafas y lentes de contacto que pueden ayudar, pero no suelen ser muy resolutivas.
Y dado que se trata de una anomalía genética, no existen medidas preventivas para el daltonismo.

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