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Tricomoniasis


La tricomoniasis es una infección de transmisión sexual producida por el parásito trichomona vaginalis. Es la infección de transmisión sexual no vírica más frecuente y produce aproximadamente el 25% de las vaginitis. Como todas las enfermedades contraídas por las relaciones sexuales no es infrecuente que pueda asociarse a la presencia de otros microorganismos que también se adquieren por la misma vía.

Es un parásito muy frágil y que no puede vivir fuera de su huésped, por tanto no puede transmitirse ni en piscinas ni en baños públicos. Tampoco puede sobrevivir en la boca ni el recto y su contagio por tanto es por contacto del pene con la vagina o bien en las relaciones homosexuales femeninas en el contacto vulva con vulva. Muy raramente podría transmitirse a través de toallas o paños húmedos.
El periodo de incubación de la infección varía entre 7 y 21 días. La infección tiene dos fases diferenciadas, en la primera el parásito se adhiere a la mucosa vaginal y la coloniza. En la segunda ejerce su poder de producir enfermedad.  La primera fase puede tener una duración variable por lo que la mujer puede no enterarse de que tiene una tricomoniasis y no sufrir ningún tipo de síntoma. Cuando se produce la segunda fase los síntomas son molestos. El parásito afecta a la vagina, la uretra y la vejiga de la orina.
Síntomas
Los síntomas son distintos en hombres y en mujeres. Los hombres suelen estar asintomáticos y la infección puede desaparecer espontáneamente en unas semanas. En otras ocasiones pueden presentar:
  • Ardor después de orinar o eyacular
  • Picor en la uretra
  • Ligera secreción en la uretra
En las mujeres los síntomas suelen ser:
  • Prurito bulbar y vaginal intenso
  • Aumento del flujo vaginal que suele ser de color verdoso o amarillo-grisáceo y con mal olor
  • Dolor al orinar
  • Dolor con las relaciones sexuales.
Las molestias suelen empeorar con la menstruación y mejorar algo antes de ella. A la exploración la vulva tiene un aspecto normal o bien está algo enrojecida. Cuando el médico introduce un espéculo para ver el interior de la vagina pueden apreciarse pequeñas ronchas rojas o úlceras, tanto en las paredes vaginales como en el cuello de la matriz así como un flujo característico que le orientará al diagnóstico.
Diagnóstico
El diagnóstico suele hacerse con una buena anamnesis y la exploración física y las pruebas complementarias lo confirman. Puede realizarse la toma de una muestra de flujo, realizar un frotis en fresco y observar el microorganismo en el microscopio. Más frecuente es la realización de un cultivo vaginal, que consiste en la obtención de una muestra de flujo que se deja en el laboratorio unos días en el ambiente adecuado y después se observa si ha crecido algún microorganismo.
En algunas ocasiones el diagnóstico puede hacerse en la citología vaginal de rutina, especialmente en las mujeres que no tienen ninguna molestia, las que están en la primera fase de la infección.
Tratamiento
El tratamiento de la tricomoniasis es antibiótico. El más frecuentemente usado es el metronidazol. Se suele indicar una sola dosis de 2 gramos o bien dos dosis de 1 gramo separadas 12 horas. Puede administrarse también un tratamiento de 500 mg cada 12 horas durante 7 días, pero al ser más largo y engorroso es de más difícil cumplimiento, y por eso suele reservarse para los casos en que el tratamiento corto no ha funcionado.  El metronidazol también existe en presentación vaginal pero no suele funcionar bien para eliminar la tricomona.
Para evitar las reinfecciones es básico administrar también el tratamiento antibiótico a la pareja. Si ambos realizan el tratamiento correctamente el pronóstico es excelente y la tasa de curación muy alta. Deben evitarse también las relaciones sexuales hasta que ambos miembros de la pareja estén curados por completo.
Esta infección no produce memoria en las defensas del organismo por lo que puede contraerse más de una vez en la vida y precisar tratamiento en cada ocasión.
Es muy importante no consumir bebidas alcohólicas mientras dura el tratamiento y hasta 48 después de su finalización. El consumo de alcohol mientras se está tomando metronidazol puede producir una interacción con fuertes dolores abdominales, náuseas y vómitos.
El uso del metronidazol en el embarazo es controvertido. Al menos durante el primer trimestre debe evitarse y aplazarlo a segundo o tercer trimestre. Si cree que puede estar embarazada debe hacerse una prueba antes de iniciar el antibiótico.

Complicaciones
Como todas las infecciones de transmisión sexual, la tricomoniasis  aumenta las probabilidades de contraer otras enfermedades como puede ser el VIH.
En las mujeres embarazadas aumenta ligeramente la tasa de partos prematuros si no recibe el tratamiento adecuado.
Prevención
La prevención de las enfermedades de transmisión sexual pasa siempre por evitar las relaciones sexuales sin el uso de preservativo. El preservativo es la mejor arma para evitarlas.

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